Jose Juan Marín Ordóñez

“Mi obra surge de la observación de la naturaleza, de sus procesos a todos los niveles, como un anhelo o deseo de retornar a ese paraíso perdido. Concedo a los materiales la importancia que se merecen, pues son ellos los que marcan el camino en base a mi idea, proyectando la obra hacia lugares en los que las texturas, los colores o pigmentos naturales, además de las huellas que deja el proceso, conforman el alma de la pieza. Esto es así porque considero que la obra real es el proceso en si mismo, el tránsito que ha de hacerse hasta conseguir un objeto material que no es mas que un resumen escueto de la obra que, como tal, está llena de contenido.

Me interesa tratar el barro como una proyección de algo más primitivo, desvelando lo orgánico como anticipo para comprender lo esencial, lo oculto. Otorgo a la materia un estado más reflexivo, buscando y utilizando sus propias leyes físicas de una manera intuitiva, aprendiendo el sentido interno de la forma y de sus propiedades como reflejo de ese orden global que definen muchos de los procesos que nos rodean. Intento comprender el frágil equilibrio de la forma.

Titulado en Artes Plásticas y Diseño en las especialidades de Alfarería y Decoración Cerámica en la Escuela de Arte Francisco Alcántara de Madrid y cursando estudios de Bellas Artes en la Universidad Rey Juan Carlos, utilizo el torno como herramienta de trabajo para desarrollar formas y volúmenes, jugando a veces con el espacio y el equilibrio. El torneado es un proceso rítmico, continuo y fluido que facilita el diálogo con el barro. Pese a ser una máquina, el torno permite el contacto directo con el material y al añadirle ritmo y movimiento a los conceptos de la forma te puede introducir fácilmente en el terreno de lo abstracto. El resultado puede ser un objeto utilitario o no, una escultura o no, y será el destinatario de la pieza quien le asigne su función, pues seguro que se creó para ese fin.

Imparto clases de cerámica y modelado porque la docencia es un magnífico lugar para seguir aprendiendo en un entorno agradable, tanto en el aspecto humano porque me relaciono con personas con las mismas aficiones, como en lo profesional compartiendo experiencias y conocimientos.

Recibo influencias de la filosofía zen y trabajo con conceptos como wabi-sabi, la belleza de lo imperfecto, el curso natural de las cosas y los efectos que producen la luz y las sombras en los objetos y su posición, y

también de múltiples artistas y trabajos relacionados con el arte en especial, pero también de cualquier otro ámbito. Me gusta estar informado y en ocasiones surgen obras cargadas de contenidos que tienen que ver con hechos actuales, de cualquier tipo pero especialmente sobre cuestiones relacionadas con el ser humano y la sociedad, los animales, la naturaleza, y en general toda injusticia en la que desgraciadamente suele estar implicada la política y sus devenires, cuestión de la que no podemos escapar, especialmente los artistas que tenemos en nuestras manos la oportunidad de comunicar y hacer reflexionar de una manera libre e independiente.

Soy un fanático de la cerámica pero no me cierro a utilizar cualquier otro material o técnica que el proyecto necesite y acostumbro a trabajar con medios digitales durante el proceso en la medida de su necesidad. Por eso tengo conocimientos de herramientas de diseño gráfico en entornos Adobe, 3D en Blender y herramientas de ofimática en general. Me gustan las obras audiovisuales contemporáneas pero no me llego a implicar demasiado en este área pues me resulta fundamental el contacto directo con los materiales, o como suelo decir, necesito ver con las manos. Estoy seguro que los artistas que trabajan en ese campo tienen las mismas sensaciones que yo en el mío. Quizá algún día.

Soy artista porque trabajar en el mundo de las artes plásticas tiene un efecto terapéutico. Aumenta la capacidad de comunicación y nos enseña a trabajar en equipo, además de mejorar la concentración y la salud mental. Favorece la autoestima y nos hace sentir bien al alcanzar los objetivos propuestos, fomenta la curiosidad y el interés por investigar y aprender técnicas, materiales, etc y es una magnífica terapia de autoconocimiento ya que invita al análisis, la observación y la reflexión. En resumen nos ayuda a estar con nosotros mismos.